leyenda
ESTOS PEÑASCOS QUE EL AIRE MARINO PERFUMA, GUARDAN CON SU
IMPONENTE BELLEZA LA LEYENDA DE UNA HISTORIA DE AMOR.
Xoroi, hombre de ignoto pasado que llegó por mar, nadie sabe cómo, posiblemente único superviviente de algún naufragio, se refugió en la cueva.
Las casas de campo de los alrededores sufrían frecuentes pillajes. De una de estas casas desapareció un día una bella mujer a punto de casarse.
Pasaron meses y años… y nada más se supo de la joven desaparecida.
Un día de invierno la isla se vistió de insólita nevada. En la nieve aparecieron pisadas delatadoras que se dirigían a la cueva del acantilado en la que se había refugiado el pirata Xoroi.
Los hombres del pueblo se agruparon y armaron para seguir las huellas y descender hasta dicha cueva. En la gruta, para su sorpresa, encontraron un hombre, una mujer y tres hijos fruto de su amor.
Xoroi, al verse acorralado e impotente, se lanzó al mar. Su hijo mayor, le siguió sin pensárselo dos veces. El mar que había traído al corsario, se cerró sobre ellos guardando el misterio de su vida.
Desconsolados, la mujer y sus dos hijos fueron trasladados a Alaior donde vivieron y tuvieron descendencia. Una descendencia que según los locales aún se siente en las calles de uno de los pueblos con más encanto de la isla.